¿Y si...?
Algunas noticias sobre Google y AMD parecen poner en duda el monopolio de Nvidia
Nvidia e IA son dos términos que casi parecen sinónimos.
La cotización de la compañía capitaneada por Jensen Huang ha crecido un bárbaro 970% desde que OpenAI presentó el primer ChatGPT, en noviembre de 2022. En estos tres años de vértigo la Inteligencia Artificial se ha convertido en EL tema, en mayúsculas, y parece que su explosión va íntimamente ligada a las GPUs de Nvidia.
Es cierto que la compañía de Huang retiene más del 90% del mercado de GPUs de alta capacidad.
Pero también es cierto que otras compañías como AMD o la mismísima Google empiezan a dar noticias que parecen poner en riesgo el casi monopolio de Nvidia.
De hecho, algunos de los grandes supercomputadores del mundo están basados en tecnología de AMD y no de Nvidia, aunque pueda parecer lo contrario. Si uno revisa el Top500, el ranking de los ordenadores más potentes del mundo, verá que el top1 y el top2 mundial son dos superordenadores con tecnología de AMD, y no de Nvidia.
Pero no sólo eso: Europa acaba de hacer público el nuevo supercomputador Alice Recoque, que estará operativo en Francia el año que viene. Y también viene con tecnología AMD, integrada en este caso por la francesa Eviden, lo que convierte a Europa en un territorio con un cierto “empate técnico”: 2 de las cinco grandes computadoras irán con AMD (la francesa y LUMI), y las 3 restantes con Nvidia (Jupiter, MareNostrum 5 y Leonardo).
Y por si fuera poco, Alemania acaba de anunciar los detalles de HERDER, el próximo supercomputador del HLRS: una máquina híbrida que combina CPUs Intel de última generación con GPUs de… AMD.


Pero lo más relevante ha sido, sin duda, el movimiento de Google y sus TPUs, aprovechando el lanzamiento de Gemini3.
Hasta ahora, Google había jugado un papel ambiguo: líder absoluto en modelos fundacionales, pero siempre por detrás de Nvidia en adopción industrial del hardware. Con el lanzamiento de Gemini 3 han decidido romper esa dinámica.
La compañía ha revelado resultados que, por primera vez, muestran que sus TPUs rinden mejor que las GPUs de Nvidia en varios escenarios de entrenamiento e inferencia. Y no son mejoras marginales: Google enseña tasas de coste/eficiencia muy superiores, justo en el terreno donde Nvidia parecía intocable.

Lo más significativo no es si las TPUs son un 10% o un 30% más eficientes, sino que por primera vez se vislumbra algo que hasta ahora parecía imposible: un mercado de hardware para IA donde Nvidia ya no es la única opción razonable.
De hecho, varios analistas empiezan a señalar un patrón: AMD está avanzando en supercomputación “clásica”, Europa diversifica sus apuestas y Google avanza en costes y escalabilidad.
Todo esto no implica en absoluto la caída de Nvidia, ni muchísimo menos. Su dominio seguirá siendo mayúsculo, por la calidad de sus productos y su actual cuota de mercado. Pero se insinúa un escenario donde habrá más presión para innovar, porque la hegemonía ya no está tan asegurada, y esto siempre es positivo para un sector que avanza a velocidad de vértigo.
El reflejo de pensar “IA = GPU de Nvidia” empieza a no ser automático. Y justamente por eso este momento es tan interesante.
PS: para los más cafeteros, vale la pena repasar la keynote de Sundar Pichai en el Cloud Next 2025, donde habló de sus nuevas TPU.



Muy interesante. En el BSC considerasteis en algún momento salir del ecosistema Nvidia/CUDA? Sé que hay varios supercomputadores con varias arquitecturas, pero el grande, Marenostrum, se basa en Nvidia, verdad?